REQUIEM DEL AMOR
Fenece el ensueño
el encanto acaba
y mustios perfumes
flotan al azar.
Quédanse las almas
cual tristes gardenias
tan secas y muertas
por frío otoñal.
Cesa del ave
su cantar silvestre
y muere el latido
del fiel corazón.
Agonizan las almas
con pálido temple
... ya pierde su vida
el sueño herido
y tal como vino
... se extingue el amor.
©
Agustín Plaza |